De esas veces en las que necesito desaparecer.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Cambios.
Neta qué pedo? Jaja o sea... no puedo describir lo increíble que es volverme a leer. Es como rarísimo y triste y esperanzador. Neta estaba bien pinche clavada. Tenía una anorexia bien cabrona al grado de llorar al ver la comida. Y ahora desprecio todo eso que fui, excepto la delgadez. Tal vez estaba cegada por la ira de la gordura y del sentir que estaba desperdiciando mi vida mientras nunca habia sido delgada en mi vida. Y pues lo fui, lo triste es saber que ya no lo soy, y que en su momento no lo aproveché debidamente, escuché de alguna boca que no se puede tener todo en esta vida, bueno yo no quiero todo, solo quiero, materialmente hablando ser delgada y tener amigos. Neta. Fin de la lista. Ahora creo que soy un poco menos infeliz, pero aun asi mi vida es un desastre. Y necesito ser delgada, lo necesito con insistencia.
Ya no tengo memoria, no recuerdo si no es através de imagens, las necesito para no olvidar. No me quiero olvidar.
Que triste haber sido delgada, pero no haber sido lo suficientemente delgada.
Nunca pesé menos de 50 kg.
Debí de hacerlo.
...Lo tengo que hacer.
Odio pesar casi 70 otra vez, odio mi cuerpo en este volumen, odio la paranoia y las voces en mi cabeza que no me dejan hablar, quiero perder el miedo y no sentir que todos se burlan de mi cuando entro al salon de clases, mientras atravieso la escuela sola o mientras fumo desesperadamente. Quiero vivir libremente sin grasa en los brazos, sin cachetes ni papada, ex-gordas y gordas sabrán de lo que hablo. Quiero cambiar y vivir y experimentar y no sentirme así, quiero romper patrones y dejar de ser un cero a la izquierda sin importancia, la chica gorda que va allá ni el puerquito de nadie, no quiero que se rían de mi, quiero reirme de ustedes, con ustedes. Vamos sibutramina, haz lo que te toca.
No planeo venganza, mi delgadez será mi ofensa.
Ya no tengo memoria, no recuerdo si no es através de imagens, las necesito para no olvidar. No me quiero olvidar.
Que triste haber sido delgada, pero no haber sido lo suficientemente delgada.
Nunca pesé menos de 50 kg.
Debí de hacerlo.
...Lo tengo que hacer.
Odio pesar casi 70 otra vez, odio mi cuerpo en este volumen, odio la paranoia y las voces en mi cabeza que no me dejan hablar, quiero perder el miedo y no sentir que todos se burlan de mi cuando entro al salon de clases, mientras atravieso la escuela sola o mientras fumo desesperadamente. Quiero vivir libremente sin grasa en los brazos, sin cachetes ni papada, ex-gordas y gordas sabrán de lo que hablo. Quiero cambiar y vivir y experimentar y no sentirme así, quiero romper patrones y dejar de ser un cero a la izquierda sin importancia, la chica gorda que va allá ni el puerquito de nadie, no quiero que se rían de mi, quiero reirme de ustedes, con ustedes. Vamos sibutramina, haz lo que te toca.
No planeo venganza, mi delgadez será mi ofensa.
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